Al conversar sobre los hechos del 26 de julio, en diferentes ocasiones Fidel reitera que se trataba de un buen plan, y reflexiona: “Los de Abel toman el edificio que debían ocupar (el hospital al fondo del cuartel), el grupo en que va Raúl también ya ha tomado el Palacio de Justicia (…) Se había logrado lo esencial, que era la sorpresa total, hasta el choque imprevisible y casual con la posta cosaca, y uno se lamenta mucho de no saber lo que habría pasado…”
“Aquella tarde en que todo era amargura y dolor, en que sobre nuestro ánimo pesaba el dolor de los compañeros que habían muerto y el dolor de la derrota que obligaba a la Patria a una espera, cuyos límites era imposible”.
Quizás como en ningún otro escrito, en la “La Historia me Absolverá”, encontramos los sentimientos y análisis más profundos de Fidel respecto a los sucesos del Moncada.
“A los que me llaman por esto soñador, les digo como Martí: ‘El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado esta el deber’ (…) Únicamente inspirados en tan elevados propósitos, es posible concebir el heroísmo de los que cayeron en Santiago de Cuba”.
“Hace falta tener una fe muy grande en su patria para proceder así, y estos recuerdos de idealismo me llevan directamente al más amargo capítulo de esta defensa: el precio que les hizo pagar la tiranía por querer librar a Cuba de la opresión y la injusticia”.
“Multiplicad por diez el crimen del 27 de noviembre de 1871 y tendréis los crímenes monstruosos y repugnantes del 26,27,28 y 29 de julio de 1953 en Oriente… Pero no quiero que la ira me ciegue, porque necesito toda la claridad de mi mente y la serenidad del corazón destrozado para exponer los hechos tal como ocurrieron”.
“Para mis compañeros muertos no clamo venganza. Como sus vidas no tenían precio, no podrían pagarlas con las suyas todos los criminales juntos. No es con sangre como pueden pagarse las vidas de los jóvenes que mueren por el bien de un pueblo; la felicidad de ese pueblo es el único precio digno que puede pagarse por ellas.
Al estudiar la historia del Moncada y la autodefensa de Fidel, comprendemos su sentir: "El nombre 26 de julio ha de pesar muy hondamente en el corazón de cada uno de nosotros". Vislumbramos porqué prosiguió la lucha y se echó a sus espaldas el destino de la nación. Entendemos que el Moncada abrió las vías de la ulterior unión y movilización del pueblo hacia la victoria. Afirmamos que no puede ser otro el Día de nuestra Rebeldía Nacional.
Feliz 68 Aniversario del Día de la Rebeldía Nacional!!!