Todos sabemos que no podemos vivir sin el preciado líquido, sin embargo, los salideros en casas, los herrajes en mal estado y fugas en las redes provocan que el agua potable se convierta en residual.

El Vicepresidente Primero del INRH, Bladimir Matos Moya, aseguró que en Cuba alrededor del 25 por ciento del agua potable es metrada, el resto se cobra por tarifas fijas. Para que se tenga una idea, donde existen los hidrómetros, la herramienta de control, el consumo es de 112 litros y en el resto es de 540 litros por personas, estadísticas que merecen una reflexión.

A partir del Ordenamiento las tarifas tienen dos categorías, las no metradas que le llega el agua directa de las redes a la casa y pagan una tarifa fija, antes era de un peso y ahora es de 7 pesos por personas, en la mayoría de los hogares el consumo es sin control, en caso del cobro metrado, las clientes disponen de un hidrómetro a la entrada de la casa y marca todo el gasto del preciado líquido; de hecho, hay un mayor ahorro.

El consumo metrado tiene precios progresivos, aunque se busca un equilibrio para evitar un crecimiento exagerado de los precios, excepto en el último bloque que va dirigido a las personas que consumen más de 8,5 metros cúbicos por habitantes, al mes es una cantidad de agua muy superior a la necesaria, evidentemente ahí resulta un gran derroche.

Existe un concepto internacional para el consumo doméstico que se cumple en Cuba, significa que las personas tienen acceso al agua para beber, la cocción de alimentos, higiene personal y del hogar, en dichos casos el preciado líquido requiere cumplir el requisito de potabilidad.

Bárbara Quintana Puerto vive en el Cerro y reconoce que el agua tiene buena calidad por eso trata siempre de ahorrarla, aunque algunos de sus vecinos, no muestran el mismo comportamiento. Ella considera que deberían tomar medidas con las personas que no ahorran el agua porque ese líquido es uno de los más preciados que tenemos en el mundo entero.

“Aquí los vecinos tienen salideros en los baños, dejan que los tanques se desborden, no le ponen flotantes y desperdician miles de litros, pero como pagan por una tarifa fija, no les importa. El ahorro de agua y electricidad está incorporado a mi vida doméstica; cuando friego, estoy al tanto de no abrir la pila a todo lo que da, y lavo una vez a la semana.”

Personas como Bárbara necesita mucho más el país, porque el servicio de agua potable es extremadamente costoso: detrás de él hay consumos de energía eléctrica, infraestructuras que mantener, cloro para la potabilización y otros recurcos bien caros que en ocasiones los clientes no calculan.

El Vicepresidente Primero del INRH, Bladimir Matos Moya, enfatiza que el bloque 1 y 2 de facturación -es decir, 100 litros de agua por cada persona- todos los días es más que suficiente.

La Organización Mundial de la Salud “OMS” reconoce entre 50 y 100 litros de agua por habitantes días como suficientes para el uso doméstico y hay muchos países en el mundo que se ajustan a esa norma; sin embargo en Cuba se da el caso de que una persona gasta hasta 540 litros en un día.

Tomado de Radio Rebelde