A todas luces, el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, realizó acciones excepcionales, a riesgos de su propia vida, en el empeño por ayudar a los damnificados por las terribles secuelas dejadas por el ciclón Flora. Conviene acercarse a los acontecimientos históricos a través de los testimonios de sus protagonistas, bebiendo de las fuentes de los clásicos, y no a través de notas de clases, como se suele afirmar.
Por tanto, es lícito continuar tras las huellas de sus reflexiones sobre el particular:
“…Una gran parte de los detalles y de las noticias sobre todo lo que se refiere al paso del huracán "Flora" por las zonas orientales de Cuba es perfectamente conocida por el pueblo, ya que ha habido una amplia divulgación de todo, por medio de los periódicos, de la radio, de la televisión…
“…Y esa tragedia la vivieron decenas de miles de personas, y no sólo las víctimas sino los que estuvieron al borde de la muerte durante 4 o 5 días, en una angustiosa espera, desde el instante en que la corriente les arrancaba las casas, cuando estaban refugiados en los techos de las casas, a medida que iba subiendo el agua, en qué momento se iba a detener el nivel del agua, todas esas cosas…
“…Hemos tenido el cuidado de tratar de no dar datos supuestos, sino que hemos procurado ir dando las noticias a medida que se hacen concretas. Nosotros, por ejemplo, en el comunicado ya expresábamos nuestra opinión de que el número de víctimas pasaba de 1 000…
“…Esa impresión la tuvimos nosotros casi desde los primeros momentos, cuando pudimos ver los niveles que había alcanzado el agua, y el hecho de que muchas familias estaban en zonas inundadas, en los techos de las casas, en los árboles, precisamente porque eran familias que vivían en sitios a donde nunca había llegado el agua y que, en algunos casos, se trasladaron para casas más fuertes. Es decir, para protegerse de los vientos del huracán….
“…Posiblemente las inundaciones sorprendieron a la inmensa mayoría de ellos, porque el agua alcanzó niveles altísimos, en sitios donde nunca había llegado ningún río, y nadie imaginó que podía llegar un río...”1
“…Si otro “Flora” pasara por la provincia de Oriente, estamos seguros que el número de víctimas sería incomparablemente menor, porque si en aquella ocasión se hizo un inmenso esfuerzo, gracias a lo cual se salvaron numerosas vidas, esta vez, desde muchas horas antes no quedará absolutamente nadie en ninguno de los sitios a donde pueda alcanzar la altura de las aguas. Esta vez los daños materiales serían incomparablemente menores, pero de todas formas tenemos también que aprender a enfrentarnos a estos golpes de la naturaleza…”2
“…Cuando esté construido todo el sistema hidráulico de la región de Oriente no habrá inundaciones de ese tipo. Porque, incluso, cuando amenacen grandes temporales se puede comenzar a evacuar el agua depositada en los grandes embalses y regular la creciente. Habrá crecidas, pero de ninguna manera, por mucho que llueva, podrá haber crecidas catastróficas de aquella magnitud...”3
Referencias bibliográficas:
1. Informe sobre el paso del ciclón "Flora" por las provincias de Camagüey y Oriente por la Cadena Nacional de Radio y Televisión. La Habana, 21 de octubre de 1963. Obra Revolucionaria No. 27, 1963, p. 7-11, 13-16, 18-25.
2. Discurso en la clausura de la V Plenaria Nacional de la FMC. Santa Clara, 9 de diciembre de 1966. Ediciones OR No. 6, 1966, p. 10.
3. Discurso en la conmemoración del VII Aniversario de la fundación de los Comités de Defensa de la Revolución. La Habana, 28 de septiembre de 1967. Periódico Granma, La Habana, 29 de septiembre de 1967, p. 3-4.