Tras el paso del ciclón Flora si algún aspecto positivo acerca de ese fenómeno natural se pudiera resaltar, habría que mencionar su contribución para catalizar el proceso de toma de conciencia en torno a la urgencia de emprender un ambicioso programa hidráulico encaminado al aprovechamiento de los recursos hídricos disponibles, y a la regulación de los cauces de los principales ríos, sobre todo de la zona oriental del país, para evitar grandes inundaciones a causa de intensas lluvias.
Con anterioridad al “Flora”, y en medio de una intensa sequía, en agosto de 1962 ya se había creado el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), continuador de la Empresa Operadora de Acueductos y Alcantarillados del Ministerio de la Construcción, que a su vez había sustituido a la Comisión Nacional de Acueducto y Alcantarillado (CONACA), concebida como una corporación oficial, con carácter autónomo y personalidad jurídica propia, aprobada por el Gobierno Revolucionario, en marzo de 1959.
Tales procesos fueron acelerados por el “Flora” en dimensiones sin precedentes. Al respecto reflexionó el Comandante en Jefe, Fidel Castro:
“…En primer lugar: lo que estaba en el espíritu de todos, volcar los recursos de la Nación sobre las regiones afectadas por el “Flora” como era lógico y era justo…
“...hay que hacer grandes gastos en reconstrucción y hay que hacer grandes gastos en inversiones precisamente en esos valles: Contramaestre-Cauto, Guantánamo y Mayarí…
“...una Revolución es una fuerza más poderosa que la naturaleza. El ciclón y los huracanes y todas esas cosas, son una bobería comparado con lo que es una Revolución…
“…Aquí han chocado dos cataclismos: el social que es la Revolución, contra el otro, natural. Y va a salir victoriosa la Revolución. De eso no hay la menor duda…
“…Eso significaría la seguridad definitiva para todas las familias que viven allí de que nunca más volverán a ser víctimas de una situación como ésta. Ese plan preserva aún contra la repetición de un fenómeno exactamente igual a éste, cuyos efectos quedarían disminuidos en un 80%, porque ese plan no comprende sólo la construcción de represas, sino también canales de distintos tipos. La canalización incluso del Cauto que tiene una serie de curvas que dificultan la salida del agua. Entonces con todo un sistema de represas y de canales, se crearían las condiciones de total y absoluta garantía definitiva para las vidas y para las riquezas del país en las tierras más fértiles de Cuba...
“...Porque al igual que hay una Voluntad Hidráulica, hay la voluntad de la Revolución, hay la voluntad del pueblo, hay la voluntad de vencer, hay la voluntad de marchar adelante, hay la voluntad de combatir y salvar obstáculos, dificultades, y esa voluntad se observa en todos los rincones del país...
“…Ya haremos algo más para compensar las pérdidas, y ayudar a las familias. Libraremos una verdadera batalla con la naturaleza, protegeremos al país de estas miserias y dolores, y convertiremos lo que hoy es centro de desolación, devastación y de muerte en centro de incalculables riquezas para el país. Lo que hoy es sitio de desolación y de muerte en sitio de vida y de abundancia para el país…”1
“...El plan hidráulico, para que no vuelva a ocurrir lo del ciclón de octubre, para que no vuelva a perderse más de un millar de vidas, para que puedan vivir tranquilas y seguras las familias que viven en esa región, está adelantándose también; la represa de Paso Malo está muy adelantada; la represa del río Contramaestre ha comenzado en estos días; las obras hidráulicas de Camazán han comenzado también en estos días. Y los equipos para todas esas obras están llegando a Cuba, y el año que viene habrá un gran número de represas construyéndose. Esa agua servirá para abastecer de agua fresca no sólo a los pueblos sino a las industrias...”2
Referencias biliográficas: