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Instituto Nacional de Recursos Hídricos enfrenta desafíos climáticos con estrategias integrales para garantizar el acceso al agua

INRH
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En un contexto marcado por sequías prolongadas y los efectos del cambio climático, el Instituto Nacional de Recursos Hídricos (INRH) de Cuba refuerza sus esfuerzos para proteger y gestionar sosteniblemente los recursos hídricos, asegurando el acceso al agua potable y mitigando los riesgos para la población y la economía.

 

Impacto de la sequía en los recursos hídricos

La sequía afecta significativamente la disponibilidad de agua en el país. En 2022, las presas operaban al 55% de su capacidad, con un déficit de aproximadamente 800 millones de metros cúbicos, especialmente crítico en áreas como La Habana. además, la sobreexplotación de acuíferos y la intrusión salina en zonas costeras han degradado la calidad del agua dulce, mientras los períodos secos prolongados y temperaturas extremas amenazan con agravar la crisis.

 

Fuentes de agua y gestión en tiempos de sequía

Cuba depende principalmente de presas y embalses (con una capacidad total de más de 9.000 millones de metros cúbicos), acuíferos subterráneos, agua pluvial y desalinización en zonas insulares. Durante las sequías, el INRH prioriza optimizar la infraestructura existente, ajustando ciclos de distribución y utilizando carros cisterna para abastecer a más de 76.000 personas en zonas críticas. Proyectos como el Programa Hidráulico Nacional también buscan reducir pérdidas en redes de distribución y rehabilitar infraestructuras esenciales bajo limitaciones económicas.

 

Efectos del cambio climático: un desafío multifacético

El calentamiento global ha alterado el ciclo hidrológico, intensificando sequías en el 71% del territorio cubano y reduciendo la recarga natural de fuentes hídricas. El aumento del nivel del mar y la sobreexplotación han exacerbado la salinización de acuíferos costeros, mientras temperaturas elevadas incrementan la evaporación y el estrés hídrico. Además, eventos extremos como inundaciones repentinas dañan infraestructuras y contaminan fuentes de agua, complicando su gestión.

 

Medidas para fortalecer la resiliencia

Ante estos desafíos, el INRH implementa un enfoque integral:

  1. Captación de lluvias: El programa IRES (2024) construye reservorios en siete municipios para reducir la dependencia de fuentes superficiales.
  2. Infraestructura resiliente: Proyectos como el Fondo del Agua (650.000 euros) modernizan los sistemas de distribución en zonas vulnerables, garantizando mayor eficiencia ante sequías.
  3. Gestión comunitaria: Iniciativas como DIPECHO LAC capacitan a comunidades y autoridades en prácticas sostenibles para enfrentar sequías extremas.
  4. Monitoreo hidrológico: Un plan nacional fortalece el seguimiento de recursos hídricos, permitiendo respuestas adaptativas a variaciones climáticas.
  5. Protección de ecosistemas: El restablecimiento de manglares reduce la intrusión salina y mitiga impactos de eventos climáticos extremos.

 

Un llamado a la cooperación internacional

El INRH reitera la importancia de la colaboración internacional y la inversión en tecnologías innovadoras para enfrentar los desafíos hídricos. "Solo mediante estrategias integradas y acciones colectivas podremos asegurar la sostenibilidad de nuestros recursos hídricos frente al cambio climático", destacó la institución.

 

Con estos esfuerzos, Cuba avanza hacia un modelo de gestión más resiliente, combinando infraestructura, adaptación comunitaria y ciencia para garantizar el derecho al agua en un futuro incierto.

 

Fuentes:
Instituto Nacional de Recursos Hídricos (INRH), sitio oficial. Informes citados en web_search.

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