El primer nombre que adquirió fue Avenida del Golfo. En sus inicios tuvo una actividad lúdica. Su construcción fue realizada entre 1901-1958.

En el siglo XIX, cerca de la calle San Lázaro se construyeron los primeros baños de mar. Se ubicaron en la línea costera que se extendía desde el Castillo San Salvador de la Punta hasta la caleta de San Lázaro. La gran mayoría eran privados, pero las autoridades los convirtieron en públicos al ser abandonados por sus propietarios. Consistían en rústicas piscinas excavadas a golpe de piqueta y mandarria en el diente de perro de la costa.

Estos baños de mar fueron construidos y techados para proteger a los bañistas de los efectos dañinos del sol. Para disfrutar de ellos, había que vestir un atuendo de baño que cubría desde los tobillos hasta el cuello y llevar sombrero o pamela en dependencia del sexo. Su uso era libre y estaban divididos por género y color de la piel. Existían baños para mujeres y baños para hombres. Con el tiempo, fueron desapareciendo debido a la urbanización de la ciudad .

Los restos de estas piscinas artificiales todavía se pueden apreciar a lo largo de toda la línea del Malecón.