En La Habana se distribuyen fragmentos de muros que pertenecieron a la Muralla que la protegía del asedio enemigo por mar y tierra durante la época colonial. Un ejemplo de ello lo constituye la Muralla Marítima conocida también como Muralla de Mar o Frente Marítimo de la Muralla, que bordeaba casi todo el litoral de la ciudad.
Concentrada en el espacio comprendido entre las calles Tacón, Mercaderes y Empedrado, la Muralla Marítima o de Mar constituyó una estructura de defensa natural, y el límite a los vertimientos contaminantes.
Según consta en el artículo de Yamira Rodríguez Marcano, disponible en http://www.habanaradio.cu/articulos/el-callejon-del-chorro/, en este sitio estuvo ubicado El Boquete, una apertura que servía para evacuar las aguas de lluvia acumuladas de la zona.
Estos hallazgos arqueológicos conforman un parque temático para la recreación y pasatiempo de los visitantes que asisten cada dia al Centro Histórico.
Al referirse a la Muralla de Mar, el historiador Emilio Roig expresó:
Desde ella lucharon las milicias de habaneros y esclavos africanos que en 1762 defendieron la ciudad contra el ataque del Ejército y Armada británicos.[1]
[1] Emilio Roig de Leuchsenring: Veinte años de actividades del Historiador de la Ciudad (1935-1955), vol.2, Municipio de La Habana, 1955, p-264.